sábado, noviembre 06, 2010

Camino a Santiago 2010. Un trocito del camino.


Mi idea era simple, recorrer en coche algunos puntos significativos del camino de Santiago en la provincia de León, antes de llegar a Compostela por la tarde.  No podíamos empezar nuestro recorrido en mejor sitio que en el Parador de San Marcos, a la salida de León, a los pies del cruceiro donde un Santiago peregrino contempla el imponente edificio plateresco. La zona ha cambiado bastante desde que hace 10 años comencé el camino desde aquí, los alrededores han sido modernizados, y han crecido en torno al viejo hostal edificios oficiales, espacios escénicos y una inmensa esplanada a sus pies.



Arrancamos el camino hacia Hospital de Órbigo, donde el viejo puente romano marca el paso de los peregrinos . Es el Paso honroso,donde tuvo lugar la casi mítica historia del caballero Don Suero de Quiñones.
 El pueblo parece deshabitado, los andamios bajo el puente no le hacen perder el encanto  medieval que otorga al camino, bajo sus arcos sigue aun la estructura de madera donde se desarrollan las justas que en verano son la atracción del pueblo. En ese momento nos adelantó un peregrino, totalmente vestido de Decathlon y perfectamente mimetizado en el paisaje. 




Pasamos Astorga (Siempre por carreteras comarcales), con bastante pena porque es una localidad increíble, y pusimos rumbo a Santa Catalina de Somoza. Allí descubrimos que estamos en la ruta de un carrera popular, y decidimos visitar el pueblo y de paso animar a los corredores.


                    Una vieja puerta encastrada en la piedra. Sta Catalina de Somoza

      Nos hizo gracia la imagen de éste peregrino tomandose un yogur en la puerta de la milenaria iglesia de Santa Catalina.

Cuando llegamos a Rabanal del Camino el termómetro marcaba 6 grados, y al ver la puerta del albergue El Pilar donde dormí aquel verano del 2000, no pude reprimirme y entramos a tomar un café. Generalmente hay un albergue en cada localidad del camino de Santiago, Con atenciones especiales para los peregrinos y zonas habilitadas en exclusiva para ellos.



 AL llegar a la barra del bar comenté con los alberguistas que me seguía pareciendo el albergue mas bonito desde León a Santiago, y aunque estábamos en otoño lo seguían manteniendo bastante bien.Nos comentan que son unos enamorados de Sevilla, y que bajan todos los años en primavera.
Es como dormir en una casa rural, con un gran ambiente e inmejorables atenciones, no penséis que el resto de los albergues del camino son iguales.


Seguimos subiendo hacia Foncebadón y la Cruz de Ferro, uno de los puntos emblemáticos del camino. A medida que ascendemos el monte la carretera se vuelve sinuosa, las nubes nos rodean, el termómetro marca 3 grados, y la carrera nos empieza a parecer la mas dura de la historia, una prueba rompepiernas que dista mucho de ser una carrera de amigos.


 La leyenda dice que el peregrino debe depositar una piedra a modo de deseo que debe haber portado previamente. Con el paso de los siglos se ha formado una montaña artificial , por lo que subir ese pequeño montículo tiene su carga simbólica, y te conecta un poco con los miles de peregrinos que han pateado el lugar. La cruz que corona el poste es una replica, la original se encuentra en Santiago, en el museo de las peregrinaciones.
                                              Ermita de Santiago,Cruz de Ferro.


                             El puesto de Manjarín, otra parada indispensable en el camino

 Seguimos bajando, atravesando el bierzo, y al llegar a El Acebo, nos enteramos por fin que la carrera es una maraton de relevos. El pueblo alberga bajo sus balconadas de madera y sus techos de pizarra a un ejercito de corredores que calientan para hacer los 21 km restantes. Llueve y hace frío,ya no son los 3º de la CRuz de Ferro, pero serían 2 grados mas. El coche apenas cabe entre las casas y encima tenemos que esquivar a los cientos de corredores, pero el conjunto nos resulta precioso y muy colorista.


 Llegamos a Molinaseca, con otro magnifico puente romano cuyo río es frenado por un dique en verano , formando una playa fluvial muy chula, no os imaginais lo fría que esta el agua incluso en julio.Aún así son muchos los habitantes del pueblo y los peregrinos que se bañan .

Villafranca del Bierzo es nuestra última etapa . Aparcamos en el castillo. La última vez que pasé por aquí estaba tan agotado y deshidratado que nos paramos a beber del agua que salía de los tubos de riego del cuartel de la Guardia Civil. EL camino de Santiago por Castilla es bastante duro, pero siempre digo que si no pruebas su dureza no has hecho el camino.


 Justo enfrente está la iglesia de Santiago. Esta iglesia románica, la mas fría que he visitado nunca, tiene la prebenda de hacer valer el camino realizado hasta ella como si hubieses llegado a Santiago. La historia dice que los enfermos que llegaban hasta la iglesia y pasaban bajo la puerta de Santiago, conseguían la indulgencia ,pudiendo volver a sus hogares con el perdón de los pecados. El interior es austero y oscuro,muy propio del arte románico.
 Junto a la iglesia no debéis perderos el albergue del Jato, un peculiar personaje del camino, regente del albergue de Villafranca. EL recinto es bastante pintoresco.
                                             Detalles de la puerta de Santiago


                                       Llega un peregrino japonés al albergue

Esta parte del pueblo se encuentra en alto, por lo que para llegar a la plaza mayor tienes que descender una pronunciada cuesta, y buscar la plaza entre un laberinto de calles. Nosotros optamos por almorzar un menú del peregrino en un local llamado El Padrino. Unas almejas con alubias de primero y un cordero al horno de segundo para chuparse los dedos,vino de la casa y postre. Al café nos invitó la casa. La gente de estos pueblos pegados al camino son bastante amables, ya que están acostumbrados al trato . Villafranca es un pueblo delicioso, como todos hasta Santiago. Si llegáis hasta aquí no olvidéis subir al Cebreiro, la vista del valle desde su altura es increíble, pero por favor, subidlo a pié.

Aconsejo aparcar en un parking céntrico y relativamente barato.El mejor es el de la avenida Xoan XXIII. A la salida la popular tienda de Tartas de Santiago junto al convento franciscano. Este año las vendedoras se acercan a ofrecerte muestras de tarta, hasta ahora nunca lo había visto, así que aprovechad tanta gentileza.
Espero que el Papa sepa apreciar todos los encantos de esta ciudad milenaria. Llegar a Santiago siguiendo el camino es además de una satisfacción personal un lujo para los sentidos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde luego que es un gusto para los sentidos hacer este camino. El que estás explicando aquí, lo realizó mi novia hace años y le encantó casi más que el francés.

Menuda montaña de piedras en ese creceiro!!! Yo pude ver esa costumbre de amontonar piedras durante el camino portugués, pero nada que ver con esa mole de cantos!

Un saludo compañero!

Helena dijo...

Hace ya algunos años (cuando estaba en el instituto, que tampoco son tantos, jejeje) hicimos alguna de etapa del camino de Santiago que relatas.
Me ha traído muchos recuerdos ver la cruz de Ferro y Manjarín pues por ahí pasamos una de las etapas...
A ver qué más nos vas contando.
Saludos

Santi León. Fotografía dijo...

A ver que os parece la siguiente. Compostela en estado puro.

El camino es una experiencia única, marca a todo el que lo hace.

Un abrazo